domingo, 30 de noviembre de 2014

La Otra

La otra. La que no tenía nombre. La que ahora tiene hasta doble apellido. La otra. La de los ojos café, la de la boca que te besa, la del pasado compartido. La otra. La de los infinitos rostros que nunca fueron el mío. La otra. La que te quiere, la que querés, la que te tuvo y te vuelve a tener. La otra. La que fue, la que es, la que quizás no sea. La otra. La que te quita el sueño. La que te aleja de mí. La otra. La que es ella, la que no soy yo, la que tal vez es cualquiera. La otra. La que no es otra porque para serlo yo tendría que ser la que amaras más o la que amaras menos o la que amaras distinto. La otra. La que no es otra porque para serlo yo tendría que ser a la que ubicaras en el primer lugar en tu lista de prioridades o a la que engañaras o a la que no quisieras lo suficiente. La otra. La que no es otra porque yo soy ninguna.     

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