lunes, 21 de julio de 2014

Ojalá

Ojalá me llames. Ojalá me sorprendas y me llames. Ojalá, así me salvo, no de vos sino de tu imagen, de la terrible y deformada imagen tuya que fui construyendo durante estas semanas de ausencia.
Ojalá aparezcas. Ojalá me nombres. Ojalá, así te salvo, no de mí sino del olvido al que te había desterrado. Y el olvido…
Ojalá me beses intensamente. Ojalá nos encontremos. Ojalá, así nos salvo, no de nosotros sino de esta soledad a la que parecíamos condenados.
Ojalá me mires. Ojalá te vea. Ojalá hables. Ojalá responda. Ojalá me sonrías. Ojalá te estremezca. Ojalá me sueñes. Ojalá te despierte(s). Ojalá arriesguemos sin miedo a perder. Ojalá luchemos sin temor a fracasar. Ojalá me quieras. Ojalá te quiera. Ojalá nos amemos. Ojalá, así  no precisamos motivos para salvarnos.