A ella le enseñaron que la mujer es el sexo
débil.
A él le inculcaron que los hombres no lloran.
Ella quiso escapar pero la retuvo la culpa.
Él quiso rebelarse pero la fuerza de la ley
golpeaba más duro.
Ella aprendió a callar sumisamente aunque
doliera.
Él debió gritar fuerte aunque tuviera miedo.
Ella, a veces, se siente asfixiada por gritos
mudos que se le anudan en la garganta.
Él, a veces, tiene ganas de llorar pero
respira profundo para reprimir las lágrimas.
Ella sueña con que un día hablará y su voz
será escuchada.
Él sueña con que un día se quedará en silencio
y su decisión será respetada.
Ella no duerme deseando ser él.
Él no duerme deseando ser ella.
Ella, en realidad, no quiere ser él.
Él, en realidad, no quiere ser ella.
Ellos, simplemente, quieren poder elegir
quiénes ser…